20 enero 2012

[cómo ser inteligente 3.0]

Partiremos del conjunto de palabras de un idioma determinado, y escogeremos un número finito N lo más grande posible. La finitud de N es necesaria para que el sistema sea efectivamente programable. Al valor N lo denominaremos capacidad intelectual. Después generaremos aleatoriamente todas las combinaciones posibles de longitud N con las palabras disponibles, y le asignaremos un índice a cada una de ellas. La idea es tener una base de datos por cerebro. En cuanto a la estructura, clasificaremos los datos en otro número finito M de tablas, dotando al sistema de la capacidad para construir nuevas tablas en caso de encontrarnos en situación real de insuficiencia. El parámetro M y las condiciones que diseñemos para variar su valor, configurarán nuestra capacidad de abstracción. En cambio, la pericia con que escribamos nuestro código para que salte de tabla en tabla, se traducirá en agilidad mental. En cuanto a la entrada de datos, la gestionaremos mediante un filtro de validez que compare los determinados estímulos con la memoria residente en la base de datos. Al conjunto formado por la amplitud y el código de este filtro lo llamaremos receptividad. Para disponer eficientemente de los datos, generaremos consultas condicionales para recuperar la información alamacenada, acciones de modificación por si es necesario realizar cambios, y sentencias para la eliminación de registros si precisamos olvidar u omitir información. A la gestión y conectividad entre estos procesos le llamaremos aprendizaje y crítica del sistema. Respecto a la maquetación y a la comunicación con otros cerebros o entidades, dispondremos de otro número finito (también ampliable) de formatos (que llamaremos personalidades), decidiendo cuál usar en cada contexto mediante un algoritmo propio que llamaremos empatía, y que deberemos implementar con la máxima compatibilidad posible. Ese algoritmo será también el gestor de nuestro estado de ánimo, y deberá ser modificable -por nosotros, o por agentes externos- de manera dinámica. Finalmente, tras la compilación de todos los mencionados núcleos y de sus conectores, consideramos fundamental permitir instancias puntuales de incoherencias del sistema.

1 comentario:

Groje dijo...

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Mucho.